El papel central que el Río Guadalquivir ha tenido en la historia de la ciudad de Sevilla, tanto en su conformación urbana como en el carácter de sus gentes es de sobra conocido. Los avatares históricos han hecho que, a lo largo del siglo, pasado la ciudad fuese creciendo de espaldas al río obviando sus posibilidades de crecimiento y desarrollo. La recuperación del Muelle de Nueva York nos ha permitido ampliar en pleno Centro Histórico de Sevilla el espacio para los peatones en la ciudad, no sólo añadiendo otra zona también pensada para que los sevillanos puedan pasear, sino convirtiendo este lugar en el engarce de las zonas peatonales del casco antiguo con los itinerarios peatonal de ambas orillas del Río.
En este sentido, el Muelle de Nueva York recupera sus orígenes convirtiéndose en lugar de encuentro. La franja comprendida entre los Puentes de San Telmo y de Los Remedios nos permite conectar entre sí la Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución y la calle San Fernando, pasando por el recién inaugurado Paseo de Roma, con los Paseos del Río, a uno y a otro lado Marqués de Contadero, el Muelle del a Sal, el Paseo Juan Carlos I más equipado, Paseo dela Oy Betis, Jardín Americano, Jardines del Guadalquivir, Ribera dela Expo, Ampliación del Alamillo …, con paseos y parques históricos como los Jardines de Cristina, el Parque de María Luisa, el Muelle y el Parque de las Delicias enla Palmera.
Este nuevo paseo ribereño del Muelle de Nueva York, que ya han tomado forma de alameda y de naranjal, de jardín con frutales, nos van a permitir convertir un espacio industrial cesante de explotación portuaria en un nuevo espacio urbano y con atractivo turístico. Para ello, se han construido dos nuevos balcones y entradas al paseo con rampas. Una en la zona norte, el Balcón de Cristina; y la otra al sur, el Balcón del Parque de María Luisa.