El purismo inmaculado es respetable, pero llevado al extremo obligaría a no construir un solo edificio moderno a menos que se ubique en el Polígono Pisa. El rascacielos de Pelli se erige en unos terrenos que son el símbolo de la transformación urbana de la Expo del 92. ¿Acaso se piensa realmente que alzarlo allí es un ataque intolerable? No lo parece en absoluto, pero si la Unesco dice lo contrario, a ver quién es el que explica que se va a perder la mayor inversión ejecutada en la capital después de la Expo y del Metro. JUAN CARLOS BLANCO